Seguramente, al crecer tu interés por aprender inglés online, habrás empezado a fijarte más en la cultura británica y de otros países de habla inglesa. Y muy posiblemente habrá un tema en concreto que te llama la atención, como a muchos otros: la fidelidad y devoción de los ingleses por la familia de su monarquía.
Un país cuya sociedad se ha ido volviendo crecientemente desconfiada respecto a otras instituciones, como el parlamento, varias agencias de prensa, o el entorno de las entidades financieras, sigue manteniendo el mismo respeto y cariño por la monarquía que a finales de los años 60.
Según las encuestas de opinión de la ciudadanía realizadas por Ipsos Mori, el apoyo de los súbditos británicos se ha mantenido en solo el 18 % desde el año 1969, la tendencia más estable que han medido jamás los responsables del studio para la instauración de una república. Estos datos de popularidad son incluso más sorprendentes si tenemos en cuenta los constantes cambios sociales que se han venido produciendo desde que la reina Isabel II fuera coronada en 1952. Pocos sistemas de privilegios y poder estrictamente hereditarios se mantienen de esta manera hoy en día.
Esta anomalía es mayor cuando pensamos que, desde mediados del siglo XVIII, se viene manteniendo un fuerte debate entre monárquicos y republicanos.
El panfleto «Sentido Común»
En 1776, el político afincado en Estados Unidos, Thomas Paine, redactó un panfleto que se haría muy famoso entre las personas con ideas republicanas y que, en su día, se repartía por las colonias americanas. La intención de este documento, en todo caso, era la de justificar la independencia de los Estados Unidos y su nuevo método de gobierno.
Paine declaraba que había algo tremendamente ridículo en la constitución de la monarquía, aduciendo que la propia naturaleza no respetaba el derecho hereditario a ser monarca. En palabras suyas, eran demasiadas las ocasiones en las que entregaba a la humanidad un burro como gobernante, en lugar del león que necesitaría. Insistía, además, en que las ideas absurdas y la superstición eran lo que llevaba a los ciudadanos ingleses a considerar la monarquía un objeto de orgullo nacional, lo cual se enfrentaba con el sentido común y pragmático.
Los partidarios de la monarquía también tuvieron su adalid un siglo después en la figura del periodista Walter Bagehot, quien escribió un ensayo llamado «Constitución Inglesa«. Justificó la monarquía admitiendo que no tenía mucho de racional, aceptando por el camino de su argumento muchas de las certeras críticas de Paine. Su principal razón era que una civilización tan antigua y compleja como la británica no podía regirse tan sólo por una lógica común. Según él, la monarquía británica generaba unos sentimientos de lealtad casi mística que propiciaban el ejercicio de un gobierno real y efectivo, algo incomparable a lo construido por las legislaturas de otras sociedades.
El poder de la escena pública en la opinión sobre la monarquía
Siguiendo con Walter Bahegot, éste consideró que una cualidad se desarrollaba en la sociedad de su país: según se reducía el poder y la riqueza del imperio británico en el resto del mundo, veía crecer el deseo entre sus conciudadanos de considerar la grandeza de su país una idea más trascendental que la posesión de riquezas o territorios.
Consideró que el pueblo británico tendía a respetar el espectáculo teatral de la sociedad, cuyo clímax era la persona de la Reina de Inglaterra.
Seguramente, la posibilidad de estudiar ambos documentos apoyando las ideas republicana y monárquica respecto a Inglaterra y hacerlo en su lengua original, te estimulará para emprender un curso de inglés online.
La entrada en escena de Isabel II
En el año 1952 se iniciaron los planes para la coronación de la actual Reina de Inglaterra, Isabel II. La posguerra no evitó que se decidiera que la celebración fuera lo más pomposa y extravagante posible. A pesar de que algunos sociólogos reconocieron que todo aquello había parecido un desperdicio de dinero, la Coronación había contactado de tal manera con el pueblo inglés que lo consideraban un acto de comunión de índole sagrada a nivel nacional.
Así, se dio en aquellos días la paradoja de que la sociedad inglesa, maltratada y rota tras la Segunda Guerra Mundial y sumida en una obligada austeridad, se vio reconfortada con aquel acto público tan ostentoso. El caso es que, hoy en día, más de sesenta años después, sigue dándose la misma situación y la misma austeridad que ahora viene propiciada como consecuencia de la reciente crisis mundial, no impide que la gente común celebre con entusiasmo el Jubileo de Diamante de su famosa Reina.
El interés de los estadounidenses en la familia real británica
Los ciudadanos de los Estados Unidos muestran un interés y respeto bastante extendidos por la monarquía de Inglaterra. Esto puede deberse a que los devenires de los miembros de esta monarquía recuerdan mucho a una telenovela pública llena de amores imposibles, pérdidas, circunstancias y pomposidad.
Es habitual que se identifique a la imagen de la familia real con la identidad de la nación británica. La atracción que sienten los americanos por la monarquía tiene que ver en buena parte con esa tradición centenaria de la que su sociedad no puede presumir en muchos aspectos. A esto se le une la conciencia de que su joven nación tiene mucho pasado en común con el antiguo imperio que fue siglos atrás. Tampoco hay que olvidar que la idea de la realeza con la que se familiarizan los niños con los cuentos o las películas de Disney, pocas veces puede encontrarse tan bien representada en la vida real como en la monarquía británica.
Este interés de la sociedad americana por la monarquía del Reino Unido tiende a ser inconstante y alcanza sus cotas más altas cada vez que se da un acontecimiento importante. Por ejemplo, una visita de sus personalidades a su país, alguna boda o las coronaciones.
Como has podido comprobar, hay cosas de la cultura británica que son únicas y que traspasan los límites de la mera razón. Esperamos que este acercamiento a la sociedad inglesa te estimule a la hora de emprender tus clases interactivas de inglés, con vistas a visitar o trasladarte a esta orgullosa nación.